Samir Antonio Campo, Vicepresidente Corporativo de Raddar es Administrador público y politólogo, especialista en Gestión y MBA de INALDE Bussines School. Analista de procesos de transformación sociopolítica y sociocultural.
¿Qué ha pasado con el consumo de los hogares en 2022?
El gasto de los hogares colombianos en 2022 ha tenido un comportamiento positivo, alcanzando los $900 billones en lo corrido del año. Cuando vemos los históricos de los últimos años, podemos identificar que las cifras actuales se encuentran en terreno positivo, sin embargo el gran atenuante de este año, ha sido la inflación anual histórica, que a noviembre se encuentra alrededor del 12%.
Por ejemplo en alimentos hemos tenido inflaciones del 28,5%, y en comidas por fuera del hogar del 18%, situación que solo es comparable a la realidad que vivimos como país en 1999, cuando enfrentamos la crisis del UPAC y el país se vio en una situación bastante complicada.
No obstante, la realidad que estamos viviendo y qué tiene que ver con diferentes factores exógenos y endógenos a la economía nacional, nos ha puesto en una posición muy particular donde no hemos tenido decrecimientos como en el año 2016, sino que por el contrario, hemos tenido una economía que se ha venido acelerando de manera importante y se ha recuperado en aspectos como el empleo, particularmente en hogares de ingresos bajos.
El paro de abril de 2021, la desaceleración de la oferta a nivel global, la guerra entre Ucrania y Rusia, y el incremento en la tasa representativa del mercado, son algunos elementos que sin duda, han contribuido al aumento de la inflación.
Para determinar cómo cerrará el 2022 en materia de consumo de hogares, hay que esperar la dinámica del mes de diciembre, donde los hogares eventualmente gastan entre un 28% y un 32% más.
¿Qué nos espera para el año 2023?
En 2023 vamos a estar afectados por un choque a nivel global, estaremos tocados por la realidad del incremento de las tasas de interés y eso eventualmente desincentivará la inversión, lo que terminará afectando algunas variables macroeconómicas a nivel mundial.
Para 2023, si nada extraordinario ocurre, si no se profundiza el conflicto entre Ucrania y Rusia y si las dinámicas económicas internas lo permiten, podríamos terminar con un gasto de los hogares alrededor del 3,5% que sí representará un decrecimiento frente al 2022 que terminaría entre el 4,5% y 5%. Desde esa perspectiva, tendremos un 2023 muy retador. Según predicciones del banco de la República la economía colombiana el próximo año debería estar creciendo alrededor del 0,89%, y según instituciones como Cepal o el Fondo monetario internacional, el crecimiento sería alrededor del 2%. Todo esto sin duda afecta la dinámica de gastos en los hogares y la dinámica de consumo en Colombia.
Sin duda hoy la inflación es un actor que impacta en el comportamiento del gasto de los hogares y del consumo, particularmente porque hemos venido observando que de cada $100 que se gasta un colombiano, $38 son para alimentos y es ahí en donde estamos sintiendo que la inflación afecta de manera directa a los hogares.
A esto se suma el comportamiento de los precios de los servicios públicos. Regiones como la costa norte del país ha experimentado inflaciones de doble dígito, ciudades como Barranquilla tuvieron incrementos del 39% en el costo de la energía eléctrica. Esta situación propició que el gobierno interactuara con los gremios y con los distribuidores de servicios de energía a nivel nacional para tratar de disminuir tarifas entre un 4% y un 8%.
El incremento a los ultraprocesados que trae la Reforma Tributaria también tendrá implicaciones, que según nuestros análisis puede terminar constituyendo un incremento en la inflación del 1,8%.
Se estima que entre el 18% y el 20% de los gastos del hogar se destina a transporte y comunicaciones, que con el incremento de $200 en el precio de la gasolina, está representando aumentos en el precio del transporte, impactando así de manera estructural el bolsillo de los colombianos.
Sin duda la inflación nos está afectando a todos y es un actor sustancial dentro del proceso de toma decisiones de los compradores, es el gran dolor de cabeza que tenemos no solo en Colombia sino en el mundo entero. Basta ver casos como el de Argentina donde se proyecta que podría terminar el año con una inflación del 101%, la situación de los paros de los conductores de trenes en el Reino Unido porque los salarios no les alcanzan por cuenta de la inflación, y Estados Unidos que este año vivió variaciones de precios en el combustible que no había visto en 60 años de su historia.
Para el 2023 en términos de inflación, esperamos que esos ajustes vía sustitución de importaciones terminen de verse reflejados en la economía y en el gasto de los hogares. El incremento del salario mínimo lo calculamos ente el 15 y el 17% más o menos.
¿Qué cree que pasará con la compra de vivienda nueva?
Frente a la compra de vivienda nueva, veníamos de una serie de Subsidios entregados por el Gobierno Nacional que ayudaron a dinamizar la economía y la generación de empleo en el país. Sin embargo, frente a la victoria del nuevo gobierno y los precios disparados de los insumos para el sector, hemos venido viendo una desaceleración particularmente en la compra de vivienda en hogares de ingresos altos.
Hasta el momento no tenemos gran información que nos permita entender cuáles van a ser las líneas de desarrollo del gobierno en materia de vivienda. Todo parece llevarnos a intuir que los subsidios se enfocarán en soluciones de vivienda de interés social y de interés prioritario, no necesariamente en las cinco principales ciudades sino particularmente en las ciudades intermedias y en lo que conocemos como la Colombia profunda. Particularmente estoy esperando a que el gobierno nacional nos deje ver las líneas del plan de desarrollo para entender cuáles van a ser los incentivos y cómo van a tocar al sector.
¿Qué expectativas económicas se pueden vislumbrar con el incremento histórico del salario mínimo en Colombia?
Yo creo que frente al salario mínimo hay dos visiones: la primera es la de la inflación indexada, que tiene que ver con la manera en que ese incremento puede afectar los costos de producción. Es decir, los industriales tendrán dentro de sus costos fijos o variables un incremento entre el 5% y el 7% de sus costos de producción dada la variación del salario mínimo. Dentro de la indexación también debemos tener presente que si este año terminamos con una variación del IPC de alrededor del 12,6%, esa indexación también la vamos a ver reflejada en educación, salud e impuestos.
Sin embargo, mirando el otro lado de la moneda, encontramos una realidad un poco más complicada y es que el gobierno anterior dejó este año un incremento del salario del 10,6% que a hoy ha tenido una pérdida sustancial por causa de la inflación. Si hoy en Colombia una persona se gana un salario mínimo qué es $1.000.000, en términos reales su salario termina siendo de $806.000. Los costos en las cadenas de producción pueden incrementar en un 15% y ya vienen con un déficit alrededor del índice de precios al productor, versus el índice de precios al consumidor.
¿Cómo influye la subida del dólar en materia de consumo de los hogares, y cómo impacta en el mercado de la vivienda nueva?
Según información del DANE, el peso de los importados en el carro de mercado en Colombia es de más o menos el 40%. Somos un país que está importando mucho, la crisis del 2021 desincentivó el agro en el país y con esto la exportación de alimentos. Somos un país con enormes retos en la generación de valor a los consumidores
Si como país exportamos dos aguacates e importamos un iPhone, ahí se fregó la balanza comercial. En la medida que no le agreguemos valor a la economía, el peso del dólar nos va a generar cada vez más problemas dentro del comportamiento de la tasa representativa del mercado.
Las condiciones de la política monetaria global han hecho que el dólar se endurezca y eso a nosotros nos afecta. La incertidumbre del proceso político en Colombia género una salida de dólares muy importante de la economía colombiana y eso también contribuyó al encarecimiento del dólar.
El dólar nos termina tocando mucho y en la medida en la que sigamos importando productos y servicios, pues más dos va a seguir afectando. Hay una parte que no depende de nosotros y es la política monetaria de los Estados Unidos. Por estos días de vacaciones habrá una parte de los colombianos que comprarán servicios en dólares, con lo cual, se van a requerir más dólares en el mercado y por ende se va a seguir encareciendo la moneda.
En la medida en la que sigamos importando más productos y servicios, indiscutiblemente más vamos a vernos afectados con el dólar.
En el caso particular de la vivienda nueva, pues sí estamos importando materiales e insumos, s el dólar va a terminar tocando de manera profunda no solamente el sector de la construcción sino muchos otros sectores.
Hay otra cara de la moneda y es que en la medida en la que tengamos un peso fuerte, nos podríamos permitir como país la llegada de inversionistas. Con los bonos de emisión de deuda por parte del gobierno nacional, vimos un apetito de riesgo por parte de los inversionistas que favorece en cierta medida la entrada de inversión y debería alertar un poco a los productores de bienes y servicios en el país.
